El Ejercito Rojo desarrollo un buen número de dresinas blindadas durante los años treinta y cuarenta con objeto de tener controlada y protegida la bastisima red ferroviaria soviética. También con el auge de los trenes blindados, algunas de ellas se diseñaron especificamente para realizar tareas de reconocimiento por delante de los trenes blindados, y así comprobar que el camino estaba despejado de enemigos e incómodos imprevistos como podían ser una vía saboteada o un puente volado.
En concreto, la dresina blindada DT-45, fue un automotor diesel desarrolllado en 1933 fruto de la evolución de su predecesor, el modelo DT-37. Creada para la doble tarea de protección de vías y reconocimiento para trenes blindados, como novedad incorporaba la torreta cilíndrica del tanque T-26, armada con un cañón de 45mm y una ametralladora coaxial Degytarev DT de 7,62mm. El chásis era el mismo del automotor DT-37, que como armamento adicional disponía de una ametralladora DT a cada lado del vehículo junto a las puertas de acceso, en un montaje semiesférico que le permitía cierto ángulo de tiro. También incorporaba un equipamiento de radio 71TK con un antena rígida alrededor de la dresina. Tripulada por una dotación de 7 soldados, no pasó de la fase de prototipo debido a los recortes que se impusieron en la industria bélica sovietica una vez que comenzó el conflicto, siendo los vehículos fabricados para testeo utilizados para tareas de entrenamiento.
Como curiosidad disponía de un sistema que incluía un equipamiento especial que permitía que el vehículo pudiera ser transferido a una nueva vía ferrea paralela en caso de necesidad. Para ello, se valía de un sistema hidráulico que levantaba las ruedas, hasta que la dresina quedaba apoyaba en unos railes transversales instalados para la ocasión, y con ayuda de unos ruedines era cambiada de vía.
El modelo en 1/72
La dresina blindada DT-45 es un modelo en plástico escala 1/72 de la marca UM / Uni-Models. La maqueta se completa con un fotograbado, que invcluye los railes de transferencía a otra vía, además de los soportes para la antena, trampillas, etc. Aunque el número de piezas es bastante límitado, el montaje de la antena es un poco complicado y hay que tener paciencia. Para ello, hay que hacerse con un trozo de alambre cortado a medida, que no se incluye en el kit, y pegarlo sobre los soportes de fotograbado con la ayuda de un pegamento de cianoacrilato. El problema radica en que estos soportes son piezas largas, muy delgadas y frágiles para el peso y tensión del alambre de la antena. Además durante todo el proceso de pintado, todo el conjunto de la antena esta molestando y se acaba despegando constantemente. La otra opción sería montar toda la antena una vez acabada la pintura de la dresina, pero tener que pegar las piezas sobre el modelo finalizado tampoco es fácil y posiblemente se acaben produciendo accidentes no deseados con el pegamento. Al final es una decisión de cada uno y ¡de cuando prefieres enfrentarse al marrón de la susodicha antenita!
La pintura de la Dresina DT-45
Para la pintura he panelado el vehículo a aerógrafo. Primero tiene una imprimación en verde oscuro y a continuación el color verde 4BO, estándar en los vehículos del Ejército Ruso, en dos capas, Base y Base Claro.
Para el camuflaje, he usado un esquema utilizado a principios de la guerra por los soviéticos en algunos vehículos y consistente en grandes franjas de colores marrón 6K y tierra 7K, según la denominación rusa. Como el camuflaje es de bordes duros, he utilizad Blue Tak para poder realizarlo. Lástima que se me pasó hacer alguna fotografía de este proceso. Primero aerografié el marrón oscuro y luego el marrón claro. No fuí muy fino aplicando la masilla azul, y tuve que retocar algunas imperfecciones al retirarla. Aún así, quedé contento con el resultado.
Después de un primer barnizado en brillo, apliqué una capa de filtros con óleos para dar una mayor variedad crómatica al conjunto e integrar mejor el camuflaje.
Una vez bien secos los óleos, seguimos con las pegatinas. Encontré unas bonitas estrellas rojas con la hoz y el martillo en blanco de algún sobrante que tenía y las coloqué junto con unos eslóganes patrióticos, todo ello muy revolucionario. Después fueron selladas con un otra capa de barniz brillo, para seguir con unos toques de brillos sobre los que ir aplicando oxidos y envejecimiento en general con chorretes de suciedad en varios tonos. Como los ambientes ferroviarios son especialmente muy sucios y hóstiles para el material rodante, dí una segunda capa de porquería aerografíando un efecto de polvo en esmalte por los bajos del automotor, con mucho cuidado de no excederme y estropear todo el trabajo hecho hasta el momento.
El comandante
Para el oficial al mando de la DT-45, he elegido una figura en 20mm de Steel 72, en concreto de su bolsa de jefes de carro soviéticos. He tenido que adaptarlo un poco, ya que la posición original de la figura es de pie y yo la necesitaba sentado. También he cambiado la posición de ambos brazos para colocarlos en asas de metal que realicé con unos trozos de alambre, de tal forma que de la sensación de que el oficial va agarrado para no caerse con el traqueteo de la dresina. Con un poco de masilla verde rehice las manos enfundadas en los amplios guantes típicos de los tanquistas rusos, y como detalle final le he puesto una funda para la pistola automática Tokarev T33.
El terreno estepario
Aprovechando que la maquena incluye un tramo de vía recta, la he montado en una peana hecha con la tapa de una caja de CD-Rom sobrante. La vía va montada en un plataforma de lámina corcho, que le da altura suficiente para simular el lecho de balasto donde se asienta. El resto de la peana tiene una capa de pasta plástica para tapar agujeros de las paredes comprada en una ferretería.
Para el balasto, he mezclado 3 tipos de distintos colores de modelismo ferroviario en HO, para que se asemeje más a la realidad. La mezcla final ha sido pegada sobre el corcho con cola blanca mezclada con agua. Esta operación hay que hacerla con cuidado para no pegar balasto sobre los railes y traviesas de la vía. Una vez seco el balasto, he pintado la vía dando unos toques de desgaste en railes con oxidos, y en la traviesas con suciedad y grasa.
El resto del terreno, tiene una capa de pintura acrílica marrón medio y otra de tierra alternada con unos centros de hierba que incluyen algunas plantas y flores silvestres amarillas. El material utilizado es de modelismo ferroviario principalmente.
Espectacular!!! Una obra de arte